La educación en tiempos de alerta: lo que de verdad importa

sábado, 25 de abril de 2020
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay 
"Habíamos olvidado últimamente que las escuelas alimentaban a las sociedades, no solo a las economías." Alex Beard

Nunca pensé que me vería escribiendo algo así. Desde mi casa, confinado, con las calles vacías, con las escuelas cerradas, con miles de personas muriendo y muchas más enfermando. Por momentos, más que vivir en la realidad, me parece estar viviendo en una película de ciencia ficción. Pero no, lo que sucede es muy real, cruel y brutalmente real. Lo que sucede no tiene ningún aspecto positivo que resaltar, ni con una visión muy optimista de la situación.

Ante una realidad nueva, inesperada, para la que no tenemos respuestas, ni soluciones debemos actuar de la forma como se refleja en la ilustración: hay que ser consciente de ella, pensar cuál es la mejor manera de afrontarla, idear soluciones o respuestas y, lo que es fundamental, pedir ayuda y compartir nuestra forma de actuar ante ella.

Y eso es lo que estos días está sucediendo en el ámbito de la educación, con sus luces y sus sombras. Creo que hoy más que nunca es necesario reformular nuestra manera de entender la educación y replantear cuál es el propósito de la escuela. 

Algunos plantearán la necesidad de vaciar a la escuela de su valor para la sociedad. La enseñanza online es más barata, mucho más barata, pero no cubre ni un mínimo porcentaje de lo que se necesita para educar a nuestros alumnos y alumnas. Puede que sí sirva, aunque también con limitaciones, para instruirlos, pero no para educarlos.

Y es que esa es la clave para reflexionar: ¿En la escuela solo se aprenden los contenidos de las asignaturas del currículum o se aprenden también los valores, las habilidades, las destrezas que les permitan vivir con plenitud? Yo lo tengo claro: La educación de nuestra época tiene que ir mucho más allá de la mera instrucción, y debe dotar a las nuevas generaciones de los valores y las habilidades o competencias que les permitan vivir de forma responsable y activa en un mundo cambiante.

La escuela ha de ser garante de lo que Michael Tomasello llama evolución cultural acumulativa, es decir, debe garantizar que las nuevas generaciones conocen "las prácticas y los artefactos humanos más complejos -incluyendo las industrias que utilizan herramientas, la comunicación simbólica y las instituciones sociales" que en ningún caso fueron creadas una vez y para siempre, sino que han sido adaptadas y modificadas sucesivamente por las nuevas generaciones. De manera que, a diferencia de los animales, los seres humanos hemos podido progresar generación tras generación de una forma rápida y eficaz.

Para que esto sea posible la escuela debe enseñar conceptos y contenidos, pero también debe enseñar a reflexionar sobre ellos de un modo crítico, debe ser posibilitadora de la aplicación real de esos conceptos y contenidos y debe tener las herramientas para que estos puedan ser compartido con otros para trabajar en colaboración. La escuela debe enseñar a pensar, a hacer, a convivir, a compartir...

En este contexto, la función presencial del profesor es esencial y las herramientas online son un potente complemento a su labor, pero nunca pueden substituirla al 100% (ni tan siquiera al 50%). Es posible que esta situación excepcional haya destapado algunas carencias en cuanto a la formación TIC-TAC del profesorado... ¿pero a quién le sorprende eso? Más allá de heroicidades, siempre loables, pero también excepcionales, la profesionalidad y la capacidad de adaptación de los profesores y profesoras ha quedado más que demostrada... por eso, cada día a las 8 de la tarde salgo al balcón de mi casa y mi aplauso también es para ellos. Pero quiero ir más allá y pedir que se deje de recortar la inversión en educación, que se dote de recursos y formación permanente y eficaz a los docentes, que se reduzca el número de alumnos por aula, que se posibiliten espacios de intercambios de experiencias docentes... en definitiva, que ayudemos de verdad a los profesores a hacer su labor.
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