"La educación no cambiará por tener mejores profesores si no cambia el modelo en el que enseñan, o lo que es lo mismo, si no cambia lo que enseñamos y cómo lo hacemos." Javier Martínez en el capítulo 1 de Pedagogías emergentes. 14 preguntas para el debate.
Llevo un tiempo muy preocupado por el recrudecimiento del enfrentamiento, al menos en redes sociales, entre docentes innovadores y docentes no innovadores. Y por los tuits que he podido leer estos últimos días no soy el único.
Estamos dedicando (unos más que otros) demasiado tiempo y demasiado esfuerzo en darnos cera los unos a los otros: que si tú eres un profe tradicional que no quiere cambiar nada, que si tú eres un profe que solo busca destacar para "huir" del aula, que si tú más, que si aquel todavía peor, etcétera, etcétera.
Y eso es un problema, porque todo el tiempo que dedicamos a esa lucha fratricida sin sentido, no lo dedicamos a lo que es realmente importante: reflexionar seria y profundamente sobre cuál es el propósito de la educación, la función de la escuela y el papel de los docentes. Y de paso exigir a los que nos gobiernan que se pongan a trabajar para mejorar los fundamentos de nuestro sistema educativo.
No hay profesores buenos y profesores malos en función de cómo enseñan a sus alumnos y alumnas, siempre que consigan su objetivo. Si un docente consigue que sus alumnos aprendan... pero aquí está la clave de todos nuestros problemas y conflictos: ¿qué significa "si nuestros alumnos aprenden"?
En mi opinión, nuestros alumnos y alumnas no aprenden por conocer de memoria un motón de datos y conceptos, cosa que es necesaria pero no suficiente. Aprenden si son capaces de utilizar todos esos datos y conceptos para tener una vida mejor, para adaptarse con facilidad a los cambios y desafíos que nos deparará el futuro. Si se consigue esto, no importa el cómo.
Estamos en un momento de cambio en el que todo puede suceder... aunque también puede ser que no suceda nada. Por eso, el mejor o la mejor docente es quien no pierde la ilusión por seguir aprendiendo, por muy complejo que sea el proceso, quien está en búsqueda permanente de soluciones, propuestas y actividades que den respuesta a las necesidades de aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas.
Por cierto... para aquellos que disfrutan con este enfrentamiento sin sentido entre docentes innovadores y no innovadores no olvidéis nunca que la guerra más difícil e importante es combatir contra uno mismo.
LA BUENA EDUCACIÓN, SIMPLEMENTE, DEBE SER VERDAD
Hace 2 semanas
Salva me encantan tus artículos pro me cuesta mucho leerlos con tanto alumnos alumnas, profesores, profesoras,... Ufff mi cerebro no está preparado para tanto nombre en femenino y masculino!! Y según la RAE comeremos un error!
ResponderEliminarLo hace sumamente muy bien y me encanta
EliminarDemuestra que el lenguaje feminista es posible de practicarse y todos sus artículos me fascinan los tengo de referencia para abordar problematicas sociales y educativas
JuanJo Monterrosa
Hola Salva, he disfrutado leyendo su artículo mucho.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo con cada una de sus frases, aunque considero que dicho enfrentamiento se debe a la sociedad en la cual nos encontramos, una sociedad que apuesta por la competitividad, por el egocentrismo, la rivalidad… Esto debería cambiar. Para que una sociedad funcione bien, debe haber cooperativismo, empatía, comunicación entre docentes, políticos, trabajadores…
El enfrentamiento que se encuentra actualmente en los centros educativos, en las redes sociales…, sólo nos lleva a que los alumnos imiten comportamientos no adecuados, es decir, nada más aprenden a enfrentarse con sus compañeros, los cuales se encuentran en la misma situación. Todo esto nos lleva a un círculo vicioso que no tiene fin, al pescado que se muerde la cola y solo hay una solución, la comentada anteriormente (empatía, cooperativismo, comunicación).