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Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra fascinación tiene dos significados distintos, contrapuestos, que nos pueden ayudar a entender cómo es y cómo debería de ser la educación: 1. Engaño o alucinación. 2. Atracción irresistible.
Tradicionalmente (y siempre teniendo en cuenta de que ha habido y hay excepciones), la educación ha sido "fascinante" según la primera acepción de la palabra. Es decir, se ha basado en el engaño de que la escuela debe seleccionar a los mejores, en la farsa de que aprobar es siempre lo mismo que aprender, en la falacia de que "la letra con sangre entra", en la mentira de que un examen sirve para evaluar el aprendizaje. En realidad, la educación que se ofrece en nuestras escuelas debería ser "fascinante" según la segunda acepción porque debería provocar una atracción irresistible en los alumnos.
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En cambio, la escuela debería ser siempre como un pavo real mostrando las plumas multicolores de su cola, es decir, debería ser atractiva, interesante y motivadora para los alumnos.
Lo memorístico, lo repetitivo, lo mecánico, lo monótono... no resulta nunca fascinante. Lo significativo, lo sorprendente, lo novedoso, lo creativo, sí.
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ResponderEliminarEstoy de acuerdo que la escuela debe ser un lugar fascinante por que es allí donde los niños se hacen sus imágenes acerca de lo que es educar y lo que es aprender, todo depende de como se enseña, el maestro debe tener sus estrategias pedagógicas, para que ese niño no pierda el asombro. Se debe enseñar con vocación por que el niño sabe quien le enseña por amor y quien enseña por dinero.
ResponderEliminarSi bien es cierto debería ser la escuela un lugar que fascine al estudiante, que tenga interés por aprender por y para la vida, pero recordemos que nuestros estudiantes vienen con una serie de problemas en su entorno familiar, como el llegar a la escuela sin una nutrición adecuada o con hogares dis funcionales y el maestro tiene que hacer maravillas para despertar el interés por el aprendizaje, es una ardua tarea pero queda la satisfacción del deber cumplido.
ResponderEliminarbuen trabajo
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con la definición de cómo es la escuela y como realmente debería de ser. La escuela cada vez más se dirige a seleccionar a los mejores, no tenemos más que ver la importancia que se le otorga a los rankings, no les interesan los alumnos que impiden que su colegio esté por encima de otro.
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/andalucia/2016/07/12/5785274b268e3ee17d8b461b.html Aqui una noticia que me parece que complementa muy bien a ésta entrada, ya que habla de la importancia de la motivación del docente y que la culpa de un aula desmotivada no es más que del profesor.
Me ha parecido muy interesante además la comparación de la escuela con un pavo real. La escuela podría y debería ser un lugar maravilloso, fascinante ya que guarda en ella un mundo de sabiduría, conocimiento y desarrollo personal que desgraciadamente no sabe (o no le interesa) mostrar.
Ojalá algún día consiga desplegar sus alas y mostrar la magia que esconde.