Foto: Petrus1969, bajo licencia Creative Commons. |
En este sistema de enseñanza, los intereses, los gustos, las opiniones y la iniciativa de los alumnos quedan totalmente al margen; es más, esta forma de enseñar ahoga su curiosidad, su creatividad y su imaginación, cualidades que son fundamentales para una adquisición significativa del conocimiento.
Los contenidos curriculares son importantes, por supuesto que sí. Pero si estos contenidos son enseñados con el único propósito de aprobar un examen o destacar en una prueba de evaluación externa no tienen ningún tipo de incidencia real en los alumnos, más allá de obtener buenas calificaciones. Aprendidos así, estos contenidos tienen una permanencia fugaz en su mente sin apenas dejar ningún tipo de impronta... y eso no es APRENDIZAJE, como mucho es la constatación de que el alumno ha entendido perfectamente el funcionamiento real del sistema educativo imperante: aprobar a cualquier precio.
La cuestión de fondo es que en la escuela se pone todo el interés en dar soluciones estandarizadas a problemas prefabricados, cuando debería ponerse en la capacidad de plantear problemas e indagar sus posibles soluciones. Plantear retos y permitir que los resuelvan por sus propios medios es la clave para que los alumnos estén motivados y se esfuercen por aprender.
Sin duda, como mejor se conjuga el verbo educar es en primera persona del plural: NOSOTROS. Ese nosotros incluye el aprendizaje colaborativo entre iguales, pero también entre alumno y docente. Así todos los participantes de un proceso de enseñanza/aprendizaje deben trabajar en un mismo sentido, de manera abierta y creativa, aportando lo mejor de sí mismos de forma responsable y crítica.
Si se trabaja colaborativamente no solo se adquieren conocimientos sino que, al mismo tiempo, se desarrollan habilidades sociales que serán fundamentales para el futuro de los alumnos. No sabemos qué les depara el futuro, pero sí que la capacidad de trabajar en equipo será clave para su éxito en la vida laboral y personal.
Me parece una imagen maravillosa que tengamos que abrazarnos para completarnos, para volar juntos... si hubiera más abrazos en nuestras aulas, más emociones, habría menos conflictos y más aprendizaje.
Hola Salvador!
ResponderEliminarLo primero enhorabuena por el blog. Lo sigo desde hace tiempo y me tiene enganchado ;)
Me parece estupendo todo lo que dices. Yo también soy pedagogo en el ámbito de música. La cuestión para mí es si es posible a partir de ciertos niveles (creo que en primaria es más sencillo que en secundaria) , salirse del camino curricular e impartir clase con libertad.
Un profesor americano, John Taylor Gatto, intentaba fomentar mucho el aprendizaje individual en sus clases. Fue nombrado mejor profesor del estado de Nueva York y justo ese año lo dejó con una carta: "I quit, I think". Decía que el sistema no estaba diseñado para un aprendizaje y desarrollo del potencial individual y que hasta ahí llegaba su labor, después de 30 años.
Además, en mi experiencia en el sistema educativo, se enseña mucho más a competir que a cooperar. A compararse por medio de las notas, a establecer categorías de "listos" y "tontos". Sobre todo en secundaria, veo poca cooperación a partir de ciertos cursos.
https://en.wikipedia.org/wiki/John_Taylor_Gatto
http://historiasecretadelsistemaeducativo.weebly.com/ (libro)
Quizás puede parecer algo extremada su postura. No obstante creo que es interesante leerle aún sin estar del todo de acuerdo en sus tesis.
También te dejo un vídeo muy interesante de Juan Miguel-Fernández Balboa:
https://www.youtube.com/watch?v=kEhmSA7MoRs
Estoy seguro de que te gustará.
Un abrazo y gracias por todo tu trabajo!
Enhorabuena por los contenidos, tras ver varios cursos online para aprender, sigo tu blog asiduamente!!!
ResponderEliminarTienes mi voto para los premios educa