Corren malos tiempos para la
tinta, el papel, el lápiz, la tiza, el encerado... Aunque estos recursos
didácticos siguen estando muy arraigados en nuestras aulas, se perciben como
elementos del pasado, como herramientas arcaicas de aprendizaje.
Ahora es
tiempo de tablets, smartphones y aplicaciones (App), que aunque su uso todavía
no está muy extendido en nuestras escuelas, se perciben como los recursos
didácticos emergentes.
Hoy en
día estamos educando a lo que algunos han llamado la "generación App",
es decir, niños y jóvenes que usan la tecnología como un elemento cotidiano en
muchas de sus actividades personales y sociales. Por ello es responsabilidad de
los docentes enseñarles que las App no son solo una fuente de entretenimiento y
comunicación sino también de aprendizaje.
Como
todos sabéis, las App son pequeños y funcionales programas que mejoran las
prestaciones de nuestras tablets y teléfonos inteligentes. Entre sus
características más significativas destacan que suelen ser gratuitas (las más
sencillas) o muy baratas (las más complejas), que son permanentemente actualizables
(solución de errores y mejoras de funcionamiento y prestaciones) y que están en
constante innovación (cada vez hay más y que realizan las más variadas
funciones).
En
educación, las App son complementos que ayudan a completar la labor docente. Su
uso como recurso didáctico aporta un alto grado motivación al alumnado y les
hace más ameno y entretenido el aprendizaje. Pero lo más importante para que su
utilización dé resultados educativos es la labor de orientar y acompañar a los
alumnos al emplearlas. No por hacer que los alumnos usen una App van a realizar
un aprendizaje significativo, es imprescindible darle una intencionalidad para
que así suceda.
El uso de
App en nuestras escuelas debería ser la prueba de un cambio de paradigma
educativo. Necesitamos una educación en constante innovación, con una rápida
capacidad de adaptarse a los
cambios y a las necesidades
de las personas y de la sociedad. Una educación donde la creatividad sea el motor del aprendizaje, donde compartir sea la fuente para adquirir
conocimientos y destrezas. Una educación
gratuita y de calidad para todos que ayude a desarrollar el talento de cada
persona. Así debe ser la educación en tiempos de App.