Permíteme que te plantee una pregunta más profunda de lo que puede parecer a simple vista: ¿Has intentado alguna vez atrapar una pompa de jabón?
Seguro que sí, seguro que has podido llegar a tocarla, pero, en ese mismo momento, ha desaparecido en tus manos sin que pudieras atraparla.
Puede ser que, sin saberlo ni quererlo, un docente mientras da sus clases esté lanzando a sus alumnos pompas de jabón. Unas pueden ser grandes, otras pequeñas; unas pueden moverse deprisa, otras muy despacio. Puede, incluso, que el docente esté muy contento y satisfecho con el trabajo que está llevando a cabo y que los alumnos estén embelesados mirando las burbujas flotando por el aula... pero el resultado final es siempre el mismo: no se puede atrapar ninguna de las pompas de jabón, con lo que no hay aprendizaje.
Si un profesor intenta enseñar conceptos memorísticos, datos y fechas, listas interminables de nombres... está lanzando inevitablemente pompas de jabón. La función del docente tiene que ver más con enseñar a sus alumnos a cómo mezclar diferentes productos para hacer, en cualquier lugar y en cualquier momento, sus propias pompas de jabón.
Además de todo lo dicho anteriormente, debe tenerse en cuenta otro aspecto: solo puedes enseñar a tus alumnos de forma adecuada si tienes presente que, como un boomerang, todo lo que haces, tarde o temprano lo recibes de vuelta. Por tanto, la actitud también es fundamental.
En este aspecto, vamos a imaginar que un profesor es un semáforo:
- Luz roja: si tiene encendida la luz roja, está poniendo un muro ante sus alumnos, es inaccesible. Provoca el rechazo, el distanciamiento con los alumnos, hay una predisposición a la falta de entendimiento.
- Luz amarilla: si está encendida la luz amarilla, depende del momento, del estado de ánimo, de si se tiene un buen o un mal día... el docente es accesible o inaccesible según le parezca. Esto desconcierta a los alumnos, que no tienen claro cómo deben actuar ante él.
- Luz verde: Si la que está encendida es la luz verde, el docente siempre tiene una predisposición positiva ante sus alumnos. Los alumnos saben que pueden contar con su ayuda y sienten empatía hacia él.
En conclusión, para enseñar a nuestros alumnos es tan importante tener en cuenta lo que se enseña como la manera en que se enseña.
Nota aclaratoria para adelantarme a una crítica recurrente: Enseñar y aprender siempre supone y necesita de esfuerzo por parte de docentes y alumnos, tanto da que se enseñe mnemotécnica como competencialmente. La diferencia estriba en la motivación, el interés y la significación de los contenidos. Esforzarse para hacer algo que nos gusta no supone sacrificio alguno.
LA BUENA EDUCACIÓN, SIMPLEMENTE, DEBE SER VERDAD
Hace 2 semanas
Enésima y magnífica parábola educativa. Y por decir algo, todos solemos ver las pompas de jabón con un punto de magia; si al menos quien juega con ellas lo hace con el semáforo verde, puede que los chavales no consigan atrapar nada, pero tendrán la curiosidad por ver cómo hacerlas y hacerlas diferentes... como tú dices. Si continuamente viene con pompas ya hechas no conseguirá más que caer en la monotonía y aburrirles.
ResponderEliminarMuy bien ejemplificda la inconsistencia de las cosas que no nos resultam significativas: para interiorizar un conocimiemto nos ha de gustar! Nos ha de motivar, nos ha de interessar. Y esto es aplicable.des de la educación imfantil hasta la universidad.
ResponderEliminarMe he dejado el nombre: Rosa Rodriguez , pedagoga
EliminarGracias Rosa... como en otras ocasiones estoy de acuerdo contigo.
EliminarLas pompas de jabón guardan arcoiris, podría decirse tesoros. La misión del docente podría asimilarse a la de despetar en sus alumnos espíritus de buscadores de tesoros. Me ha parecido éste un artículo muy inspirador en su brevedad y sencillez.
ResponderEliminarImpresionante Salvador, como siempre. Zorionak por el articulo. Como dijo Albert Einstein "yo no enseño a mis alumnos solo les proporciono las condiciones en las que puedan aprender". Estamos en ello.
ResponderEliminarEste es un artículo genial. Me quedó con la metáfora para compartirla con los docentes de mi centro de estudios.
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