Movilizarnos por la Educación de calidad para todos

martes, 28 de agosto de 2012
Estamos indignados, de eso no hay ninguna duda. Todos los recortes, habidos y por haber, que están acabando con los logros sociales que tanto tiempo, sangre, sudor y lágrimas han costado provocan la indignación de un gran número de ciudadanos. Pero estar indignados no es ninguna garantía para conseguir parar todo esto.

No estoy seguro de en qué momento los políticos dejaron de estar al servicio del pueblo y se convirtieron en una casta superior que está por encima de las normas y que solo mira por su propio interés y no por el de las personas que los eligieron como representantes, desvirtuando así la democracia. No sé a qué escuelas llevan nuestros políticos a sus hijos (aunque tengo la hipótesis de que no van a la escuela pública), pero recortar los recursos en educación es tan inteligente como fundamentar nuestra economía exclusivamente en el ladrillo y el pelotazo, y lo hicimos durante muchos años hasta la gran explosión de la burbuja.

No invertir en educación provocará una burbuja mayor que la inmobiliaria, que cuando estalle tendrá consecuencias catastróficas para las generaciones futuras.  

Seguramente, nuestra élite gobernante (oposición incluida) pretende hacer una clara distinción entre la educación de sus hijos (la futura élite que dirigirá el mundo) y la educación de nuestros hijos (que según ellos no necesitan de formación alguna... así son más manipulables). Pero tenemos que movilizarnos (movilización cívica) para defender una educación de calidad para todos.

Como nos explican Stéphane Hessel y Edgar Morin en El camino de esperanza: "Se trata de proporcionar a cada alumno los medios para que afronte los problemas fundamentales y globales que son los de cada individuo, de cada sociedad, de la humanidad entera." Para conseguir esto debemos entender la educación de un modo más interdisplinar (o mejor transdisciplinar), ahora la compartimentamos en distintas materias cuando la cooperación de distintos saberes dará mejores resultados que los seberes por sí solos.

Por supuesto esto implica un cambio radical en la formación inicial y continúa de los educadores. Es necesaria una formación que deconstruya todos los saberes aceptados en la actualidad para regenerar la educación en nuestras escuelas. Una formación que introduzca nuevos paradigmas que den una respuesta eficaz a las necesidades de la sociedad actual (ver posts anteriores).

También obtendriamos mejores resultados si cambiaramos la competición por la colaboración para aprender. Hoy en día el saber es colectivo, la inteligencia es colectiva gracias a Internet, por lo que el valor educativo más importante debe de ser compartir y no competir.

La implicación real de las familias en la escuela, teniendo una participación activa e interiorizando como propios los valores de los centros educativos, también supondrá una mejora notable en la educación de nuestros hijos.

Estamos a punto de empezar un nuevo curso, un curso difícil, en el que no solo debemos educar a nuestros alumnos, sino movilizarnos por no perder recursos, por no perder los avances conseguidos en los últimos veinte años. Un curso en el que nos jugamos el futuro.

5 vías para cambiar la educación

jueves, 9 de agosto de 2012
Aunque algunos no sean capaces de verlo, la educación es el motor de la sociedad.

Igual que una locomotora mueve los vagones de un tren, la educación permite que la sociedad avance. Un buen sistema educativo, que alcance a toda lo sociedad no solo a una élite, permite avanzar con mayor velocidad y capacidad de innovación. Igual que una buena red ferroviaria posibilita una mejora en el transporte de personas y mercancías, un sistema educativo eficaz permite el intercambio de ideas y conocimientos, lo que permite una economía más competitiva y unos ciudadanos con espíritu crítico.

En esta época de enormes inversiones en la red ferroviaria española, con la expansión del AVE (a veces sin ningún sentido), se echa en falta el mismo trato para la educación. Si somos capaces de invertir grandes cantidades de dinero en estaciones y tramos de vía que van a dar movilidad a escasamente unas decenas de personas, ¿por qué no somos capaces de invertir en formación del profesorado, escuelas, recursos y tecnología?

Si somos capaces de crear una de las redes forroviarias más modernas del mundo, ¿por qué no somos capaces de crear un sistema educativo puntero a nivel mundial? Creo que los beneficios que obtendríamos superarían con creces a los que aporta el AVE.

Propongo 5 "vías" para cambiar (a mejor) la educación en España:

Vía 1: Despolitización del sistema educativo. Que los cambios de gobierno no traigan consigo cambios en las políticas educativas. La educación debe quedar al margen de intereses partidistas y regirse por criterios pedagógicos.

Vía 2: Formación, formación, formación. Cambiar todo el sistema de formación inicial del profesorado y apostar abiertamente por la formación continua como elemento necesario y obligatorio de la función docente. Formación de calidad en horario laboral.

Vía 3: Un diseño eficaz de los recursos. Reconociendo que estamos atravesando por una difícil situación económica, ahora más que nunca es fundamental que los recursos se apliquen bajo criterios de eficacia y no por intereses particulares.

Vía 4: Incorporación real de las TIC. No se trata exclusivamente de dotar a nuestras aulas de ordenadores y pizarras digitales, se trata de incorporar la nueva didáctica de la que he hablado en anteriores entradas de este blog: menos importancia de los contenidos, más trabajo colaborativo...

Vía 5: Implicación a todos los niveles. Administración, docentes, alumnos y familias... todos debemos dar el máximo de nuestras posibilidades. Es la única forma de mejorar la educación en este país.

¿Se te ocurre alguna vía más?
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