Dice Dolors Reig (@dreig) en Socionomía (Deusto, 2012):
Internet, la web 2.0 en particular, nos proporciona un contexto donde el aprendizaje ya no necesita encontrar respuestas, contenidos, sino que consiste en plantear las preguntas adecuadas para manejar el "caos" de información que caracteriza nuestra sociedad. O lo que es lo mismo, los alumnos ya no están dispuestos a aprender pasivamente sino que quieren ser parte activa del proceso, ser creadores de contenidos.
En palabras de Marc Prensky en Enseñar a nativos digitales (SM, 2011):
Es muy habitual acusar a nuestros alumnos de ignorantes o desmotivados, incluso los han bautizado con el nombre de generación ni-ni. No creo que los alumnos de hoy en día tengan déficit de atención, ni sean menos inteligentes que nosostros, lo que sucede es que pretendemos enseñarles con las mismas herramientas con las que aprendimos nosotros. Nuestros jóvenes están acostumbrados a una "realidad aumentada", a compartir, a opinar en su vida diaria y no conciben una educación que no utilice esos mismos mecanismos.
En mi opinión, estas herramientas no son ni mejores ni peores, pero daban respuesta a una sociedad que ya no existe. Antes la sociedad y el mundo laboral necesitaban personas disciplinadas, pasivas, conformistas; la sociedad actual requiere personas emprendedoras, creativas, con gran capacidad de adaptación y una capacidad inmensa de aprendizaje durante toda la vida.
Preguntar es más complicado de lo que parece. Siempre me ha sorprendido la escasez de preguntas interesantes que somos capaces de formular en un coloquio tras una presentación (la mayoría de las intervenciones tienen más la pretensión del lucimiento personal que la de profundizar en lo que se ha explicado). La pregunta adecuada es generadora de conocimiento y la búsqueda de respuestas es uno de los aspectos más interesantes de la educación.
Aprender a formular "preguntas de contexto" debe ser uno de los objetivos principales de la educación escolar.
La flexibilidad "consiste en la habilidad de pensar y encontrar soluciones y respuestas más allá de lo que la memoria dicta; y más que de reglas preestablecidas nos habla de intuición, de interpretación de patrones complejos, de capacidad de observación y facilidad para cambios rápidos" (página 175)La flexibilidad y la creatividad son dos conceptos clave en los procesos educativos presentes y, casi con toda seguridad, futuros.
Internet, la web 2.0 en particular, nos proporciona un contexto donde el aprendizaje ya no necesita encontrar respuestas, contenidos, sino que consiste en plantear las preguntas adecuadas para manejar el "caos" de información que caracteriza nuestra sociedad. O lo que es lo mismo, los alumnos ya no están dispuestos a aprender pasivamente sino que quieren ser parte activa del proceso, ser creadores de contenidos.
En palabras de Marc Prensky en Enseñar a nativos digitales (SM, 2011):
"Los jóvenes (alumnos) necesitan centrarse en usar nuevas herramientas, encontrar información, dar sentido y crear. Los adultos (profesores) deben centrarse en preguntar, orientar y guiar, proporcionar contexto, garantizar el rigor y el sentido, y asegurar resultados de calidad." (página 22)
Es muy habitual acusar a nuestros alumnos de ignorantes o desmotivados, incluso los han bautizado con el nombre de generación ni-ni. No creo que los alumnos de hoy en día tengan déficit de atención, ni sean menos inteligentes que nosostros, lo que sucede es que pretendemos enseñarles con las mismas herramientas con las que aprendimos nosotros. Nuestros jóvenes están acostumbrados a una "realidad aumentada", a compartir, a opinar en su vida diaria y no conciben una educación que no utilice esos mismos mecanismos.
En mi opinión, estas herramientas no son ni mejores ni peores, pero daban respuesta a una sociedad que ya no existe. Antes la sociedad y el mundo laboral necesitaban personas disciplinadas, pasivas, conformistas; la sociedad actual requiere personas emprendedoras, creativas, con gran capacidad de adaptación y una capacidad inmensa de aprendizaje durante toda la vida.
Preguntar es más complicado de lo que parece. Siempre me ha sorprendido la escasez de preguntas interesantes que somos capaces de formular en un coloquio tras una presentación (la mayoría de las intervenciones tienen más la pretensión del lucimiento personal que la de profundizar en lo que se ha explicado). La pregunta adecuada es generadora de conocimiento y la búsqueda de respuestas es uno de los aspectos más interesantes de la educación.
Aprender a formular "preguntas de contexto" debe ser uno de los objetivos principales de la educación escolar.