¿Es la educación realmente importante?

martes, 27 de marzo de 2012
Siempre he pensado que educar tiene algo que ver con poner orden en el caos. Vivir en sociedad nos obliga a pasar por un proceso a través del cual dejamos de lado nuestros instintos para convertirnos en elementos de un conjunto, capaces de convivir en armonía, capaces de transmitir nuestras costumbres y modos de vida, y, al mismo tiempo, capaces de transformar y mejorar nuestro mundo.

La educación, según he creído hasta ahora, es el motor que posibilita una sociedad más justa, un mundo mejor. 

Pero, en los últimos tiempos, una duda me consume y me planteo si no estoy equivocado. ¿Seguro que la educación es algo tan importante? ¿Tiene realmente la educación la fuerza para transformar el mundo en el que vivimos?

La crisis económica global que estamos sufriendo es la excusa perfecta que están utilizando muchos gobiernos de Europa para desmontar sus sistemas de educación pública, para recortar sus recursos, y dejar sin una formación de calidad a buena parte de sus ciudadanos. Si nuestros gobernantes toman estas decisiones... ¿será que la educación no es tan importante como yo creo?

No, después de pensarlo con mucha calma, la respuesta es no. La educación sí que es una fuerza transformadora de la sociedad y, por ello, en un mundo donde los mercados son más importantes que las personas, en un mundo donde la economía es más importante que las personas, donde los intereses económicos prevalecen ante los intereses humanos... lo mejor que pueden hacen los que mandan es mantener a sus súbditos en la ignorancia. De este modo son mucho más manejables, menos críticos, menos peligrosos. Solo de este modo se explica que se recorte la escuela pública.

Pero sin un buen sistema educativo, que llegue a toda las personas, una sociedad no se puede desarrollar. Por eso, todos los que creemos en la educación tenemos la obligación de luchar por mantener una escuela de calidad que forme a personas capaces de hacer un mundo mejor, tenemos el deber de demandar un sistema educativo que dé una respuesta eficaz a las necesidades reales de la sociedad.

Sí, soy un ingenuo, creo en la educación. ¿Y tú?

¿Enseñar duele?

miércoles, 21 de marzo de 2012
Enseñar duele, sí... pero solo en ocasiones.

Cuando un profesor ve que, a pesar de sus esfuerzos, sus alumn@s no aprenden, no están motivados, no responden a sus estímulos: enseñar duele.

Cuando un profesor ve que sus compañer@s de claustro "no quieren complicarse la vida", no están para cambios ni innovaciones: enseñar duele.

Cuando un profesor ve que la Administración cambia las leyes educativas por criterios políticos, sin tener en cuenta los criterios pedagógicos: enseñar duele.

Ante esta situación se dan dos tipos de respuestas muy diferentes:

1. El síndrome del profesor quemado: como el mundo está en mi contra, como mis alumn@s no tienen interés por nada... no hago nada, me limito a hacer siempre lo mismo, a estar en el aula y dejo pasar el tiempo.

2. El síndrome del profesor/emprendedor: como mis alumn@s no responden a lo que hago, ni mis compañer@s aceptan mis propuestas... busco soluciones, alternativas, nuevos caminos, una y otra vez y tantas veces como sea necesario.

Sí, es cierto, en ocasiones enseñar duele. Pero cuando sucede todo lo contrario, cuando consigues que tus alumn@s estén motivados, que aprendan, que participen activamente en clase... cuando consigues que tus buenas prácticas sean reconocidas y apoyadas por los compañer@s... Entonces, enseñar es un placer. 

Y tú, ¿cómo vives la experiencia de enseñar?
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Animación para motivar la lectura

lunes, 19 de marzo de 2012
Animación muy interesante sobre libros e imaginación. Igual sirve para que los alumn@s se animen a leer.
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Ni contigo ni sin TIC

domingo, 18 de marzo de 2012
Es muy típico de nuestro temperamento latino: pasamos con demasiada facilidad de un extremo a otro. Ni la introducción en el aula de aparatos tecnológicos (ordenadores, tablets, smartphones, pizarras digitales...) supone una mejora directa de los resultados educativos ni podemos negar, sin una evaluación seria y desinteresada, que las TIC han fracasado en la mejora de los procesos de enseñanza/aprendizaje, como se ha publicado estos últimos días.

El sistema educativo de un país debe ser coherente con su realidad social, debe de formar individuos capaces de vivir en sociedad y que, al mismo tiempo, sean capaces de cambiarla y mejorarla. Y nuestro mundo es digital, esto es indiscutible.

Por este motivo, la escuela debe cambiar. No se pueden utilizar esquemas del siglo XX (o del XIX) para dar respuestas a las necesidades de la vida en el siglo XXI. Pero, ¿qué siginifica "la escuela debe cambiar"?

En primer lugar debe cambiar la formación de los profesionales de la educación. Los profesores deben tener una mejor formación inicial y continua. Debemos formar profesores que no sean dipositarios y transmisores del saber sino guías, conductores, motivadores del aprendizaje. Los nuevos profesores deben ser personas que enseñen a sus alumnos en el aula y, al mismo tiempo, aprendan de ellos. El desarrollo de una nueva didáctica, que desarrolle todas las posibilidades que aportan las TIC, es una tarea prioritaria.

En segundo lugar, la escuela debe dejar de ser un espacio cerrado con un horario y unas actividades fijas. La escuela del siglo pasado formaba alumnos que en el futuro tenían, en su mayoría, un trabajo con unos horarios y un lugar de trabajo fijos. La sociedad actual requiere trabajadores/emprendedores con horarios flexibles y que puedan desarrollar su día a día profesional desde cualquier lugar. Es por ello que las paredes de las aulas deben diluirse, hacerse transparentes. Las aulas deben estar conectadas con el mundo a través de Internet.

Los alumnos deben tener una participación responsable en la construcción de su conocimiento y en la toma de decisiones del funcionamiento del centro (o lo que es lo mismo: debemos huir de la dictadura del profesor y de las clases magistrales como forma única de transmisión de conocimiento). 

En tercer lugar, las decisiones referidas al sistema educativo de un país no debe quedar en manos de los cambios políticos, sino que debe responder a criterios técnicos y pedagógicos. Pero siendo realistas... no se puede pedir peras al olmo.

Este es el primer post de mi nuevo blog... espero que no sea el último y poder desarrollar estas y otras ideas y reflexiones gracias a vuestros comentarios.

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