La escuela no puede solucionarlo todo

sábado, 29 de diciembre de 2012
"El hombre es un producto social y la sociedad debe impedir que se pierda para ella." Miguel de Unamuno


Haced la prueba: preguntad en clase a vuestros alumnos quién sabe quién fue y qué hizo Albert Einstein o Marie Curie; luego, preguntadles quién es y a qué se dedica Belén Esteban. El resultado que obtengáis es la prueba de que la escuela no es la única causa ni la única solución para los problemas de nuestra sociedad.

Que la escuela, como institución, y el sistema educativo, como garante de su funcionamiento, necesitan un cambio profundo, un cambio estructural, resulta evidente. Pero, aunque la escuela puede ser motor de cambio social, no es el único, ni el más poderoso y eficaz. La educación, aunque es su hábitat natural, no es función exclusiva de la escuela.

La ciudad debería ser el gran espacio educativo. Francesco Tonucci plantea que si una ciudad puede ser pensada a la medida de los niños no solo será buena para ellos sino para todos. El objetivo es la recuperación del espacio público para dedicarlo al juego y a intercambios sociales, para que, de esta forma, sea un espacio de transmisión de valores.
 
Hoy la ciudad es un espacio de confrontación, un lugar casi deshumanizado donde prevalecen los valores del mercantilismo y el consumismo por encima de los valores de la solidaridad y la colaboración.
 
La familia es el espacio más próximo a los niños. Pero en los últimos tiempos hay una enorme crisis de valores educativos en esta institución. Los niños se han convertido en pequeños dictadores intocables y déspotas. 

Periódicamente se publican en prensa noticias referidas a agresiones de padres a profesores, por el simple hecho de haber castigado a su hijo o por "haberlo suspendido". Antes sucedía todo lo contrario, cuando los padres se enteraban de que un profesor había castigado a su hijo, ellos a su vez los castigaban también... pero de eso hace ya mucho tiempo.
 
Los políticos deberían ser ejemplo de ciudadanía y de servicio a la sociedad para nuestros jóvenes. Pero, aunque es cierto que no todos los políticos son corruptos, el valor que se transmite desde la política es el del pelotazo, la imagen del corrupto que roba dinero público y además no recibe castigo.

Los políticos que apoyan a los bancos pero no a las personas, que apoyan a los ricos para que ganen más a costa de que el pueblo viva peor, que incumplen sus programas electorales de forma manifiesta... esos políticos no ayudan a la educación de nuestros niños y jóvenes.
 
Los medios de comunicación, especialmente la televisión, al promocionar programas donde los valores como la fama sin esfuerzo, la falsa popularidad, la popularidad efímera transmiten valores totalmente contrarios a los que necesitan nuestros niños. Se escudan en que son los programas que la gente quiere ver, pero eso no es cierto. La televisión es un instrumento con gran potencial educativo... el problema de este país es que esto no sucede ni con las televisiones públicas.
 
En conclusión, lo fácil es hablar de "fracaso escolar", pero la escuela no puede con todo. El fracaso es de la sociedad en su conjunto y la solución, también.
 

El profesor pirata, una invitación a la aventura de educar

lunes, 24 de diciembre de 2012
"Es mejor ser pirata que alistarse en la marina." 
Steve Jobs
 
 
Que nadie se ofenda antes de leer lo que sigue a continuación. Llamar “piratas” a los profesores no pretende ser ofensivo sino todo lo contrario. No me refiero a piratas sanguinarios que gozan en derramar sangre, sino a aquellos piratas que amaban la libertad, tenían una increíble sed de aventuras y un inquebrantable código de honor.
 
Los piratas, aún estando al margen de ley, siempre han sido personajes muy queridos y admirados, especialmente por los niños, de los que se han escritos multitud de historias fantásticas.

Llamar piratas a los docentes es una invitación a navegar por los mares de la educación como corsarios, conociendo pero ignorando, burlando cuando es necesario, las leyes educativas imperantes, en busca de magníficos tesoros en forma de alumnos motivados que son y serán individuos creativos, participativos, autónomos, capaces de desarrollarse como personas y de participar activamente en la sociedad.

Me resulta alentador pensar en el hecho educativo como una aventura pirata en busca de tesoros, navegar por los mares tranquilos del Caribe, luchar contra tormentas, enfrentarse a cañonazos en mar abierto contra los barcos enemigos.

Desgraciadamente para los profesores, no existen mapas donde una cruz y un mensaje codificado indica el lugar donde está escondido el tesoro, y cada uno debe buscar el camino por sí mismo. Aunque quizás sería más fácil si creáramos una gran cofradía de profesores piratas donde intercambiar nuestras experiencias y buscar juntos el camino que nos conduzca al tesoro: una buena educación para nuestros alumnos y, por tanto, un futuro mejor para todos.
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¿Compartir o competir? Esa es la cuestión

lunes, 17 de diciembre de 2012
"La clave sobre los grandes problemas del mundo es que debemos tratar sobre ellos de forma colectiva. Y como no nos volvamos colectivamente más inteligentes, estamos condenados."
Douglas Carl Engelbart
 

¿Cuál debe ser el objetivo de la educación: compartir o competir?

La educación tradicional ha sido, y es aún hoy en día, competitiva. Competir no es necesariamente un valor negativo, el problema surge cuando se convierte en el motor único de desarrollo personal y social.
 
La educación competitiva potencia el individualismo, la cultura de lo perecedero, el consumismo... Este tipo de educación promueve valores como la envidia, la codicia, la avaricia... y conduce (o puede conducir) a la ansiedad, a la depresión, a la frustración... o lo que es peor todavía el éxito vacío.

El mensaje que se transmite a los alumnos que reciben este tipo de educación no es “haz las cosas bien” sino “haz las cosas mejor que quien tienes al lado”: el compañero es considerado un rival y no un compañero. Inconscientemente muchos profesores reproducen este modelo con comentarios del tipo: “X fíjate que bien lo ha hecho Y” o “Deberías aprender de Y, que siempre lo hace bien, no como tú”.

Para mí, el objetivo de la educación es formar personas competentes, no necesariamente competitivas. Por ello compartir se convierte en una necesidad. No ser competitivo si no competente, no significa estar desposeído de las herramientas necesarias para desarrollarse con solvencia en el mundo (escolar, laboral, social...). Se puede demostrar la competencia “colaborando” con alguien y no “contra” alguien.

Este tipo de educación maneja valores como la solidaridad, la justicia social, la pluralidad, el altruismo, la tolerancia y conduce (o puede conducir) a la participación, a la responsabilidad, a la equidad.

La inteligencia colectiva

Aprender a colaborar incide al mismo tiempo en la mejora individual y social. Es un valor cada vez más apreciado en el ámbito laboral y, en general, en la sociedad. La “inteligencia colectiva” (a la que creo que también podríamos llamar “wikipédica” o “smartphónica”) está cada vez más valorada frente a la “inteligencia individual” (o “enciclopédica”).

No es la primera, ni será la última vez, que cito en una de las entradas de mi blog a Dolors Reig (@dreig), que el pasado 27 de noviembre de 2012 publicó un post en El Caparazón, titulado Juntos pensamos, incluso sin saberlo, mucho mejor:

Ocurre que sabemos que nuestra inteligencia está basada en el exterior, en lo que ocurre fuera de nuestros cerebros más que dentro y que Google, Wikipedia y otros recursos online nos vuelven más y no menos estúpidos si conceptualizamos la inteligencia como algo que nos coordina con otra gente y nuestro entorno y no como algo aislado.”

Educar la inteligencia colectiva tiene mucho que ver, aunque no exclusivamente, con la incorporación de las TIC en la educación (multiplican y facilitan la posibilidad de conectar con otras personas), tiene que ver también con el concepto de zona de desarrollo próximo de Vigotsky, con el aprendizaje por descubrimiento de Bruner y con otras teorías pedagógicas que se conocen desde hace ya mucho tiempo y hemos sido y somos incapaces de incorporar en el día a día de la educación en las escuelas.
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LOMCE: Con la Iglesia hemos topado

jueves, 13 de diciembre de 2012
No hace falta saber latín
yo ya se cual será mi fin,
en el pueblo se empieza a oír,
muerte, muerte al villano vil.
Yo no pienso pues armar ningún lío
con que no va a Roma el camino mío.
No a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe.
Todos todos me miran mal,
salvo los ciegos, es natural.

            (Fragmento de la versión de Paco Ibáñez
de La mauvais reputation de George Brassens)

 

Empiezo este post con la firme intención de ser muy conciso, para no meterme en terreno pantanoso. El texto de la LOMCE me obliga a plantearme una pregunta: ¿Por qué si formamos ciudadanos estamos “adoctrinando” y si formamos creyentes estamos “educando”? Yo soy incapaz de encontrar una respuesta a esta cuestión.

Estoy convencido de que todos los alumnos y alumnas deben estudiar Historia de las religiones y cultura cristiana. El cristianismo está en la base de la cultura occidental y, por ese motivo, es de obligado conocimiento para entender qué es Europa y por qué es como es.
 
Pero una cosa es conocer las religiones y otra hacer catequesis. Según la Contitución:
 
"3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones." España es un país laico (o aconfesional), por tanto, no parece de justicia que desde Ley Educativa imperante se de un trato de favor a una religión en particular (sea esta cual sea).

Yo, que me considera una persona no religiosa pero sí muy espiritual, creo que la religión forma parte del ámbito privado de las personas y es en ese ámbito donde debe quedarse.

Los orígenes de la educación, tal y como la entendemos hoy, está muy ligada a la iglesia, a las órdenes religiosas. Pero eso forma parte del pasado, de la historia.

En cambio, la LOMCE elimina de raíz la asignatura de Educación para la ciudadanía, materia que, por cierto, está presente en la mayor parte de los sistemas educativos europeos.

Con todo respeto, me parece una gran hipocresía considerar que la Educación para la Ciudadanía es “adoctrinamiento”, pero que no se diga lo mismo de la asignatura de Religión.
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La magia de leer: más allá de "mi mamá me mima"

lunes, 10 de diciembre de 2012
Siempre he pensado que leer tiene algo que ver con la magia. Convertir un poco de tinta, generalmente negra, y unos trazos en un papel en todo un mundo lleno de color, de personajes, de vida... es, en definitiva, crear un mundo único en otra dimensión.

Cada niño transforma las letras, las palabras, las frases en "una realidad" propia y eso no sucede con otros soportes. Para mí, solo hay una cosa comparable y es un cuento, una historia explicada por un cuentacuentos o, mejor aún, por una maestra de Educación Infantil. Pero en este caso es el sonido lo que se transforma en realidad.

En el caso de la realidad virtual, el escenario ya está creado y lo que resulta enriquecedor es que se puede interactuar en él y con él.

La lectura es un medio para alcanzar el aprendizaje, para aprehender la realidad, para convertir lo abstracto en concreto. Leer no es el único medio, ni seguramente el más efectivo, pero sí que actualmente es el más habitual. Tener una buena capacidad de comprensión lectora supone una garantía para el éxito escolar.

Hay distintos tipos de lectura y todos ellos deben trabajarse en la escuela. Hay un tipo de lectura profunda que requiere de un gran esfuerzo mental y, al mismo tiempo, una gran quietud corporal. Es aquella que busca la comprensión detallada, la memorización. En el otro extremo, existe un tipo de lectura superficial, exploratoria, que tiene que ver con la búsqueda de información.

Aunque no existe una relación directa entre el tipo de lectura y el soporte que se utiliza para ello, sí que podemos establecer cierto paralelismo. Según Luis Collado en Convergencias y divergencias entre libros (en papel y digital), publicado en la revista Texturas, nº 17(mayo de 2012), la actividad que asumimos como lectores de un libro de papel es muy sencilla y el hecho de leer es simple. Leemos solos en nuestro mundo interior, somos individuos.

Sin embargo, en un libro digital la experiencia lectora es muy diferente. Debemos tomar decisiones para optimizar la experiencia y entra en juego la dimensión social. La lectura se convierte en una experiencia exterior, extrovertida.

Como concluye Collado: "Nada es mejor ni peor. Nada tiene que sustituir a lo otro. Ninguno tiene por qué, ni va a ganar ninguna batalla". En realidad, debemos utilizar cada soporte en función del objetivo educativo que queremos alcanzar.

Para finalizar, me gustaría dar algunos consejos sencillos y prácticos para estimular la lectura y mejorar la capacidad de comprensión:
- Imitación: Los niños leerán si los adultos que les rodean leen. La lectura puede ser un momento compartido.
-Adecuación: Las lecturas que se le proponen a los niños deben ser adecuadas en extensión y temática a la madurez de los lectores. A nadie le gusta leer algo que no entiende o que no le interesa.
-Goce: La lectura tiene que resultar placentera, aunque requiera de un cierto esfuerzo debe dar satisfacciones.
-Motivación: Tiene que hacerse un trabajo previo para despertar el interés y, luego, mostrar interés por lo que el niño ha leído.
-Entrenamiento: Se tiene que leer un tiempo cada día, se tienen que trabajar las diferentes estrategias de comprensión lectora y las de habilidad y la eficacia lectora.

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10 motivos por los que a l@s alumn@s puede no gustarles la escuela

martes, 4 de diciembre de 2012
El otro día, haciendo una búsqueda en Google sobre el término “colegio”, me encontré, sin pretenderlo, con esta entrada de la Frikipedia (una versión satírica de la Wikipedia):

“Los "Centros de Reclusión para Menores", comúnmente llamados "Colegios", son lugares amplios y luminosos, de cuartos repletos de máquinas de tortura medievales utileria escolar, que curiosamente tienen como lugar de estacionamiento ciudades repletas de niños o hobbits. En estos antros de rutina edificios (mayormente) se diferencian varias partes, secciones, personajes y demás elementos a citar.” También se dice en esta entrada que las siglas “cole” significan “cárcel obligatoria llena de exámenes”.

Por supuesto se trata de una definición paródica, sarcástica, que pretende, de una manera algo extraña, ser graciosa. La escuela es otra cosa, pero las características que se exageran en esta definición de la Frikipedia, nos pueden dar una pista de cuáles son los motivos por los que a los alumnos y alumnas puede no gustarles ir a la escuela:

1.    Inmovilidad. La obligación de permanecer sentado durante un buen número de horas. No está en su naturaleza, necesitan moverse, tener actividad física para expresarse, comunicarse...

2.    Silencio. A la inmovilidad se le suma el hecho de estar siempre en silencio, sin casi interacción con los compañeros.

3.    Aislamiento. No tener contacto con el exterior. En sentido literal, estar casi todo el tiempo en un aula, entre cuatro paredes sin disfrutar del aire libre, de la naturaleza. En sentido figurado, no tener la posibilidad de relacionarse con el exterior a través de las redes sociales u otros medios.

4.    Uniformidad. El referente es el grupo clase y no el individuo. La enseñanza es igual para todos sin tener en cuenta las capacidades personales y los distintos ritmos de aprendizaje. Dicho sea de paso, aprovecho para comentar el tema de los uniformes que anulan la personalidad de l@s alumn@s, para conseguir una cierta igualdad, que no deja de ser ficticia.

5.    Pasividad. No tener una participación activa en el proceso de aprendizaje, ser un mero receptor de información. No ser sujeto creador es un elemento desmotivador.

6.    Aburrimiento. Tener que aprender cosas que marca un currículum que está totalmente alejado de la realidad y los intereses de l@s alumn@s.

7.    Estrés. Una presión desmedida por las calificaciones y el miedo al fracaso. El error se ve como derrota y no como oportunidad.

8.    Anacronismo. El empleo de recursos y aparatos propios de los siglos XIX y XX cuando los alumnos viven en un mundo digital. Los alumnos están hiperconectados en su vida cotidiana y “hiperdesconectados” en la escuela.

9.    Rigidez. Se les obliga a saltar de una materia a otra siguiendo unos horarios rígidos e inflexibles. No se tiene en cuenta sus intereses ni se trabaja transversalmente o por proyectos.

10. Incomprensión. La mayoría de las veces l@s alumn@s no entienden nada de los que se les explica, ni por qué se les explica. Y lo que es más grave aún, ellos ven que no se les comprende, ni se les tiene en cuenta.

Seguro que se pueden encontrar otros motivos y, por supuesto, que no todos los centros educativos son iguales. La función de este decálogo es hacer visibles algunas cuestiones para tenerlas presentes y, en la medida de los posible, evitarlas.
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10 valores fundamentales para educar en el siglo XXI

lunes, 26 de noviembre de 2012
No podéis preparar a vuestros alumnos para que construyan mañana el mundo de sus sueños, si vosotros ya no creéis en esos sueños; no podéis prepararlos para la vida, si no creéis en ella; no podríais mostrar el camino, si os habéis sentado, cansados y desalentados en la encrucijada de los caminos.” (Celestín Freinet)

Cualquier proceso de enseñanza/aprendizaje transmite algún contenido, pero inevitablemente también algún valor. Aún cuando la educación se entienda como mera instrucción, se transmiten valores. Paradójicamente, el mismo hecho de intentar educar de forma neutra, sin transmitir valores, es una forma de transmitirlos.

La agonía de la escuela “sin valores” es cada vez más evidente. Se ha acentuado en los últimos años por la incorporación en las aulas de la enseñanza por competencias. La educación competencial supera el concepto de instrucción incorporando también la formación del carácter: “Toda educación es para la acción y esta acción debe ser creadora.” (José Antonio Marina)

La escuela, inevitablemente, siempre ha estado alejada de la “realidad” de los alumnos, pero en la actualidad la brecha se ha convertido en un abismo. Y eso es algo que nuestra sociedad no puede permitirse. En realidad, podemos afirmar que los niños y las niñas más escolarizados de la historia son también los más desamparados, pues están integrados en una escuela severa, exigente, hostil (Francesco Tonucci) sin entender lo que reciben a cambio, si es que en realidad están recibiendo algo que les resulte significativo. Un adulto trabaja ocho horas al día a cambio de un salario, los alumnos también trabajan durante muchas horas y casi siempre perciben que no reciben nada a cambio.

Por ese motivo muchos alumnos abandonan la escuela y lo hacen como un fracaso, como si hubieran sido derrotados. Esto los pone en una situación de desamparo difícil de asumir. Según datos de la Unesco: 31 millones de niños abandonaron la escuela en el mundo durante el año 2011. ¡El dato es demoledor!

He tratado en otras ocasiones cómo debe cambiar la escuela para acercarse a los alumnos. Hoy quiero tratar los 10 valores (aunque puede haber muchos más) que, en mi opinión, son esenciales en la educación del siglo XXI:

1.    Flexibilidad: Perder el miedo a los cambios, adaptarse a ellos. Es un valor imprescindible para las personas en esta sociedad en las que los cambios se han acelerado exponencialmente. Implica también que la educación debe ser continua, se aprende durante toda la vida. Nada es permanente a excepción del cambio.” Heráclito

2.    Curiosidad: Tiene que ver con el espíritu investigador, con las ganas de conocer lo que nos rodea. Es el motor del aprendizaje. “El aburrimiento se cura con curiosidad. La curiosidad no se cura con nada.” Dorothy Parker

3.    Autonomía: Ser capaz de hacer ciertas cosas por uno mismo, sin depender de nadie. También tiene que ver con tener ideas propias. “La gente suele decir que tal o cual persona no se ha encontrado todavía a sí mismo. Pero la autonomía no es algo que uno encuentra, es algo que uno crea.” Thomas Szasz

4.    Emprendimiento: Muy relacionada con la autonomía, es la capacidad de actuar responsablemente sabiendo lo que se hace (proyecto) y prever las consecuencias. “Emprender, una forma de ser, una forma de hacer, una forma de vivir... una forma de enseñar.Maria Batet (@mariabatetr)

5.    Creatividad: Dar soluciones distintas a situaciones comunes o buscar respuestas a nuevas situaciones. Significa buscar nuevos caminos, cambiar la mirada, la perspectiva... “La creatividad se aprende igual que se aprende a leer.” Ken Robinson

6.    Tolerancia: Es la base para la vida en sociedad. Es tener respeto por las personas con las que convivimos aunque puedan tener diferente cultura, religión, opiniones políticas... “Todos estamos llenos de debilidades y errores; perdonémonos recíprocamente nuestras tonterías: es ésta la primera ley de la Naturaleza.” Voltaire

7.    Cooperación: Colaborar con los demás, compartir ideas, opiniones... nos hace mejores, da mejores resultados. La cooperación tiene más sentido cuando siendo autónomos elegimos compartir. “Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.” Madre Teresa de Calcuta

8.    Responsabilidad: Ser conscientes de que lo que hacemos o lo que dejamos de hacer puede tener sobre los demás o sobre uno mismo ciertas consecuencias. “La libertad significa responsabilidad. Es por eso que la mayoría de los hombres la ignoran.” George Bernard Shaw

9.    Transparencia: Ser honesto con uno mismo y con los demás. Es un valor fundamental para trabajar en equipo. “Lo que las leyes no prohiben, puede prohibirlo la honestidad.” Lucio Anneo Séneca
10.Entusiasmo: Es lo que nos impulsa a actuar, a llevar a cabo cualquier proyecto. “No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura." Rubén Dario
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Pedagogía de las pequeñas cosas

lunes, 19 de noviembre de 2012
Ernesto Sábato dijo que "un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas". Cuando leí esta cita pensé que mantenía todo su sentido si sustituía "escritor" por "profesor".

Creo que se habla poco de la importancia de las pequeñas cosas en la educación de nuestros alumnos, en el día a día en el aula. Lo importante que puede ser una sonrisa (como ya destaqué en un post anterior), una mirada, un gesto, una palabra... Es tan sencillo como recordar de vez en cuando que nuestros alumnos son personas con sus sentimientos, sus miedos, sus conflictos y que nuestra actitud hacia ellos tiene una incidencia notable en su proceso de aprendizaje.

Por ello debemos hacer el esfuerzo de huir de las etiquetas, de no colgar el cartel de "bueno", "malo", "vago", "trabajador", "problemático"... a nuestros alumnos. Estas etiquetas los estigmatizan provocando un distorsionamiento en sus resultados. ¿Habéis probado a evaluar sin saber la identidad del alumno? ¡Os podéis llevar más de una sorpresa!

Es lo que se conoce como efecto Pigmalion: "Las expectativas y previsiones de los profesores sobre la forma en que de alguna manera se conducirían los alumnos, determinan precisamente las conductas que los profesores esperaban." (Rosenthal y Jacobson).

Dentro de las pequeñas cosas que son importantes diría que no podemos perder de vista que la autoridad se gana, no se impone. O mejor dicho, que la autoridad que se gana es muchísimo más eficaz que la que se impone. Un profesor con autoridad en el aula no es lo mismo que un profesor autoritario.

Cuidar las pequeñas cosas también significa saber dejar de lado el currículo, que es importante, por la actualidad, que es motivante para los alumnos. Tenemos que saber dar paso a los intereses de los alumnos y aprovechar con habilidad las cosas que pasan en el mundo, las noticias que comentan en los pasillos, en los recreos. Es importante hacer integrales, analizar frases o interpretar un mapa, pero también lo es conocer la realidad que los rodea y valorarla de manera crítica y constructiva.

Tener siempre presente las pequeñas cosas, las insignificantes, las que normalmente no se valoran, nos ayudará a educar mejor a nuestros alumnos. ¿Qué otras pequeñas cosas importantes se te ocurren?

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La sorprendente madurez democrática del pueblo

jueves, 15 de noviembre de 2012

Este es un blog sobre educación, pero en ocasiones no puedo evitar tratar otros temas...

¡Nuestros gobernantes no saben la suerte que tienen! El pueblo, la inmensa mayoría de los ciudadanos y ciudadanas que ayer salieron a manifestarse en las calles de todas y cada una de las ciudades españolas, han demostrado su buena educación y su madurez democrática. Daba gusto ver a familias enteras defendiendo democráticamente sus derechos, enseñando a las nuevas generaciones el camino a seguir.

Todo lo contrario sucede con nuestros políticos:
-Los que nos gobiernan, porque siguen con sus políticas injustas e intereses partidistas.
-Los que aspiran a gobernarnos, porque cuando están en el poder actúan de forma totalmente distinta a cuando aspiran a tenerlo.

Todos ellos se mueven en defensa de sus propios intereses y no en interés de aquellos que los han escogido como representantes.

Un pueblo que no tuviera esta increíble madurez democrática protestaría y defendería sus derechos de una manera mucho más violenta y radical, exigiendo el final de la corrupción y que paguen la crisis aquellos que la han provocado ya sea por su incapacidad o por su avaricia. No es de justicia que paguemos todos lo que han hecho unos pocos.

Que el pueblo clame justicia mediante una actitud pacífica y democrática debería ser un ejemplo para nuestros políticos... pero, un aviso: que no olviden que la paciencia tienen límites.
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Enseñar con una sonrisa... los niños no tienen la culpa

lunes, 12 de noviembre de 2012
“Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa.” Gabriel García Márquez


Ya que el sentido común es el menos común de los sentidos, en ocasiones hay que decir ciertas cosas por muy obvias y evidentes que sean.

Sabemos que son tiempos difíciles para los docentes y, por supuesto, también para muchas familias.  Pero los niños no tienen ninguna culpa. Sin duda, la crisis económica, los recortes, las políticas que defienden los intereses del capital y no los de las personas... son aspectos que tienen una influencia directa en el bienestar de la infancia. Pero ellos, los hombres y las mujeres del futuro, no tienen ninguna culpa... aunque pagarán las consecuencias durante varias generaciones.

Es por ello, que pido que, al menos, les dediquemos una sonrisa en nuestro quehacer diario como educadores. A pesar de las bajadas de sueldo, de la escasez de recursos, de lo absurdo de las políticas educativas... los niños no tienen porque vernos con cara de disgusto y expresión continua de enfado. La realidad del día a día ya es suficientemente cruda como para hacer que la actividad escolar, que para ellos es la más importante, sea también un espacio gris. La educación siempre es a todo color.

La sonrisa tiene efectos balsámicos y terapéuticos, calma la ansiedad y el estrés, genera empatía, transmite confianza, facilita la comunicación... La sonrisa abre puertas. Sin ella, las generaciones futuras serán más tristes, más desconfiadas, más apáticas...

Con todo esto no quiero decir que los educadores tengamos que ser una especie de humorista, de monologista... tan solo pido que hagamos nuestro trabajo habitual siempre con una sonrisa sincera esbozada en la cara. Ni tampoco quiero decir que aceptemos con resignación y sumisamente la dura situación en la que nos encontramos: movilicémonos, protestemos, manifestémonos, luchemos... pero los niños no tienen ninguna culpa.
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Infancia y redes sociales: ¿oportunidad o peligro?

jueves, 8 de noviembre de 2012
Aunque puede parecer increíble, la infancia, tal y como la entendemos hoy en día con sus propias características y necesidades, es una invención del siglo XX. El niñ@ entendido como persona, como sujeto de derecho, cobra entidad tras la Segunda Guerra Mundial, concretamente en el año 1959, con la Declaración de los Derechos de los Niños.

A grandes rasgos, hay dos interpretaciones clásicas de la historia de la infancia:

-      Philippe Ariés sostiene que el niño era más feliz cuanto más nos remontamos en el tiempo a otras épocas históricas porque podía mezclarse libremente con personas de diversas clases y edades. Para Ariés, la invención del estado “infancia”, tuvo como consecuencia la implantación de una concepción tiránica de la familia, que destruyó la sociabilidad y privó de libertad a los niños.


-    En cambio, para Lloyd de Mause: “La historia de la infancia es una pesadilla de la que hemos empezado a despertar hace muy poco. Cuanto más se retrocede en el pasado, más bajo es el nivel de la puericultura y más expuestos están los niños a la muerte violenta, el abandono, los golpes, el terror y los abusos sexuales.”


En el siglo XXI, una nueva variable debe de ternerse es cuenta: Internet y las redes sociales.

Cuando la infancia estaba protegida dentro de una caja cerrada, bonita y cómoda pero aislada, aparece un espacio, una ventana al mundo que le permite mezclarse de nuevo con otras personas, que le facilita el acceso a informaciones que antes le estaban absolutamente vetadas, que le devuelve la posibilidad de sociabilidad a una escala mucho más grande y le otorga un espacio de libertad. Pero esto, ¿qué supone: una oportunidad o un peligro?

Sin duda, toda oportunidad conlleva un peligro; la cuestión es si lo que se gana compensa o no ese riesgo. La infancia debe ser protegida, se debe legislar en beneficio del interés superior del niño, pero nunca debería ser anulada, como ha sucedido en los últimos cien años. Las redes sociales posibilitan una infancia creadora (y creativa), activa, participativa... y no podemos dejar escapar esta oportunidad. Escuchar lo que piensan los niños nos debe ayudar a diseñar un sistema educativo mejor, una sociedad mejor.

Por este motivo, estamos obligados a diseñar una educación que trate al niño como si fuera un líquido, es decir, en constante movimiento y adaptable, y no como si fuera una esponja capaz de empaparse de datos e información. Sin perder más tiempo, tenemos que pasar del aprendizaje mediante lecciones magistrales a metodologías que posibilitan la construcción del conocimiento.

Es cierto que dar a los niños la posibilidad de “volar” (navegar por la red), de opinar y de moverse por espacios en los que puede llegar a informaciones a las que antes no tenía acceso, conlleva peligros. Por eso debemos crear una didáctica, unos mecanismos de defensa para que el niño por sí mismo sea capaz de valorar los peligros y evitarlos... pero me parece mucho más peligroso mantenerlos aislados en su jaula de cristal, sin voz y sin responsabilidad.


Bibliografía:

- Ariés, Philippe: El niño y la vida familiar en el Antiguo Régimen. Madrid, Taurus, 1987.

 -Mause, Lloyd de: Historia de la infancia. Madrid, A. Editorial, 1982.
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Aprender a soñar en la escuela

martes, 30 de octubre de 2012

"Reconstruir la escuela con el material con el que se hacen los sueños"


La escuela "tradicional" (no confundir con la escuela como institución) enseña a sentir vergüenza al equivocarse, evalúa en función de lo que falta, uniformiza a los alumnos coartando su creatividad, su imaginación y, lo que es más importante, su capacidad de soñar. La escuela tradicional conduce al niño a tener miedo al error, a huir de la respuesta distinta, a dejar de lado la originalidad.

Un niño que sueña es un adulto que crea, que innova, que emprende, que tiene iniciativa y espíritu crítico. ¿Será por eso que el sistema educativo está diseñado para eliminar los sueños?

Vamos a pensar, por un momento, que la escuela tradicional es un par de zapatos. Unos zapatos bonitos y cómodos, elaborados a mano por el mejor de los artesanos con la mejor de las pieles. Eso sí, son unos zapatos de la talla 35. A los niños y niñas cuyo pie encaje con ese número, esta escuela les va como anillo al dedo.

Ahora imaginemos qué pasa cuando intentamos calzar ese zapato a niños que tienen el pie más grande o, por el contrario, más pequeño. Algunos de ellos, con molestias, rozaduras y a riesgo de deformarle ligeramente el pie, acabarán por llevar esos zapatos. En cambio, otros muchos niños y niñas jamás podrán lucir ese bonito calzado por mucho que lo intenten e insistamos nosotros en ello.

Es por eso que propongo elaborar ese zapato que representa la escuela con el material con el que se fabrican los sueños. Un material capaz de adaptarse al pie de cada niño y cada niña, capaz de cambiar, capaz no dejar descalzo a ningún niño. Es un material que todos tenemos, pero no todos sabemos usar.

Seguramente es un material que tiene que ver con la aplicación de las metodologías pedagógicas que todos los que trabajamos en este mundo conocemos, pero que parece que son tan difícil de implantar en el trabajo de cada día y que tengan una incidencia real en las políticas educativas. Un material elaborado con la tecnología más actual... que permita compartir, conectar, crear... soñar, porque como oí decir el otro día a Francesco Tonucci: "No es normal que a los niños no les guste la escuela".
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TIC y Educación: el mito de Sísifo

jueves, 25 de octubre de 2012
"Sísifo, dentro de la mitología griega, como Prometeo, hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia. Como castigo, fue condenado a perder la vista y empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo para que volviese a caer rodando hasta el valle, y así indefinidamente." (Wikipedia)


Después de asistir, el pasado 24 de octubre, a la V edición del ITWorldEdu me sorprende y a la vez me entristece comprobar que hay un profundo estancamiento en la incorporación de las TIC en la educación, que siempre estamos dando vueltas sobre lo mismo sin avanzar apenas, como le pasaba a Sísifo en la antigua Grecia.

Llevamos años escuchando los mismos argumentos. Se presentan como originales discursos como el de Enrique Dans (@edans), que si bien hay que reconocerle que formalmente estaba muy bien construido aunque un poco sensacionalista, sus argumentos no hacen sino ahondar en lo ya dicho en multitud de foros, congresos, blogs...

Parece que hay un enemigo común al que "matar" (que fea expresión) en palabras del mismo @edans, el libro de texto, cuando la realidad del sistema educativo español es que sin ellos, a causa de la falta de recursos, la desmotivación, la sobrecarga de trabajo y, en algunos casos, la falta de formación... estaría abocado al desastre, al menos a corto plazo.

Se repiten los argumentos, pero no se presentan propuestas que tengan una incidencia real, efectiva y considerable en nuestro quehacer diario educativo. Se constata también que las empresas tecnológicas saben mucho de tecnología, pero poco de pedagogía, que están muy necesitadas de personas que conozcan la realidad de las escuelas y cómo trabajar y presentar los contenidos. Sus gadgets son siempre muy efectistas, pero no siempre responden a las necesidades reales del aula.

A pesar de lo dicho hasta aquí, creo que espacios como ITWorld siguen siendo absolutamente necesarios y felicito a la organización por el trabajo realizado. Como crítica constructiva quizá se tendrían que replantear el hecho de hablar de las TIC con "charlas magistrales" y potenciar los mecanismos de participación de los asistentes y a través de las redes sociales.

Muchos ven la aplicación de las TIC en el mundo de la educación como un negocio (que en parte lo es), pero para buena parte de la comunidad educativa (cada día más pero aún insuficente) representan la posibilidad de enseñar de un modo distinto, de un modo mejor.


Post data: Si tenéis la oportunidad entrad a la página de ITWorldEdu 2012 donde colgarán el vídeo de la conferencia de Francesco Tonucci: ¡deliciosa, sensata, genial, llena de matices y contenidos!
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La educación del mañana: ¿Ya nada será lo mismo?

jueves, 18 de octubre de 2012
La actual crisis educativa (si es que en alguna ocasión la educación no ha estado en crisis) me recuerda, en parte, a la crisis del petróleo:

Sabemos que las reservas petrolíferas son finitas, que se agotarán en un espacio de tiempo relativamente corto, pero son tantos los intereses creados que no se buscan soluciones y alternativas para aplicar nuevas formas de energía, a ser posible renovables. Soluciones que por otra parte son de sobre conocidas: energía solar, energía eólica...

Del mismo modo, sabemos a ciencia cierta que el paradigma educativo imperante está obsoleto, que es incapaz de dar una respuesta real a las necesidades de la sociedad actual, pero son tantos los intereses creados y tan cómodas las dinámicas conocidas, que casi nadie se atreve a proponer nuevas formas de enseñar, a ser posible que respondan a la realidad de los jóvenes a los que van dirigidos los procesos de enseñanza/aprendizaje. Propuestas didácticas dinámicas que son conocidas por algunos docentes: enseñanza individualizada, trabajo colaborativo, enseñanza por competencias...

El objetivo de la educación del futuro debe de ser perder el miedo al cambio, a lo nuevo, a innovar, a emprender...

Por primera vez en la historia, somos conscientes de que lo que enseñamos en nuestras escuelas tiene fecha de caducidad. Por lo que la educación del mañana solo tiene sentido en tanto que sea permanente, es decir, durante toda la vida. Todo el saber actual ha dejado de ser "sólido" para pasar a ser "líquido", todo caduca con mucha (¿demasiada?) rapidez. Por eso hoy transmitimos nuestros conocimientos a través de blogs, wikis... y no a través de enciclopedias. Es curioso que, en ocasiones, consideremos obsoletas interesantes entradas de blogs porque tienen ¡un mes de antigüedad!

Pero aun en esta situación, ¿podemos afirmar que en la educación del futuro inmediato ya nada será igual de como lo es en la actualidad? Me gustaría mucho poder contestar afirmativamente, pero no soy tan atrevido. Romper las dinámicas, las costumbres, las tradiciones siempre es una tarea compleja. Nuestra obligación como integrantes de la comunidad educativa es, al menos, intentarlo.




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"Tecnolocura" educativa

martes, 9 de octubre de 2012
¿Qué es, en mi opinión, la "tecnolocura" educativa? Es el estado de confusión y desasosiego mental en el que se encuentran la mayor parte de los docentes del siglo XXI.

Unos porque la incorporación de las TIC en los procesos de enseñanza/aprendizaje les causa un enorme estrés, una gran ansiedad, debido a la falta de formación en didáctica 2.0 y a la inseguridad que les crea un mundo que no es el suyo, en el que sienten que los alumnos (nativos digitales) se encuentran más cómodos que ellos. Son los profesores que todavía no han asumido un cambio de rol en el que dejar de ser transmisores de contenidos para pasar a ser guías de un proyecto. Por suerte o por desgracia, este tipo de docente, a día de hoy, es mayoritario.

Otros porque les sucede todo lo contrario: no conciben la educación sin las TIC y ven como, con la excusa de la crisis económica y la ineptitud de "algunos" de nuestros dirigentes, la educación 2.0 no acaba de incorporarse en nuestras escuelas.  Son docentes que entienden y definen la educación utilizando verbos como compartir y colaborar. La realidad es que este tipo de docente es una minoría, pero haberlos haylos.

Creo que la incorporación de la educación al mundo digital solo es cuestión de tiempo. El poder (entendido este concepto en sentido amplio) que tienen los grandes grupos tecnológicos es muy grande y ya se han marcado el objetivo de hacerse con el mercado(entendido también este concepto en sentido amplio) de la educación.

Estoy convencido de que resistirse es un grave error... y como dice el refrán "si no puedes con tu enemigo, únete a él". Pero tenemos que ser hábiles y no permitir que esto suceda a cualquier precio y de cualquier manera: investigemos, experimentemos, hagamos propuestas didácticas eficaces... aprendamos a sacar el máximo provecho a las TIC; formémonos. Las empresas tecnológicas son unas recién llegadas a nuestro campo... ellas saben de tecnología, nosotros de educación.
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La escuela de cristal (reflexiones sobre la escuela hoy)

miércoles, 3 de octubre de 2012

Érase una vez, en un país muy muy lejano... No, esto no es un cuento. Es una realidad. La escuela es frágil, muy muy frágil y las circunstacias políticas y económicas actuales la están resquebrajando hasta el punto de dejarla sin recursos para conseguir su objetivo, que no es otro que el de formar a las personas, a los ciudadanos que han de hacer de nuestra sociedad un lugar mejor.

La LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) no parece que vaya a suponer un refuerzo de las estructuras del sistema educativo sino que puede propiciar un debilitamiento aún mayor de su estructura.

En primer lugar porque antepone los intereses de la economía a los intereses de las personas. La primera frase del anteproyecto de ley dice:

“La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país.”

Una vez ha destacado las ventajas de la educación para el crecimiento económico, el anteproyecto de ley habla del desarrollo personal y la integración social de las personas. Me parece una perversión muy grave de los objetivos de educación y un indicador evidente de por donde se mueve esta futura ley.

En segundo lugar porque acentúa la distancia entre la realidad escolar y la realidad social. Nuestra sociedad es digital, es 2.0, es, en palabras de Dolors Reig (@dreig), una “sociedad aumentada”. La LOMCE se refiere siempre a las TIC como algo complementario, no como elemento vertebrador del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Yo no soy partidario de una invasión de aparatos tecnológicos en las aulas sin más; creo más en un cambio metodológico donde compartir, trabajar colaborativamente, potenciar valores como la creatividad, la emprendeduría... sean los ejes básicos de la enseñanza.

Ojalá la LOMCE creara una escuela de cristal, pero no por frágil, sino por transparente y permeable. Una escuela sin límites físicos, con aulas sin paredes que permitan conectarnos con personas de nuestro entorno cercano y, por supuesto, con personas de otros países y culturas. Una escuela abierta al mundo, una escuela que no uniformice a los alumnos sino que potencie las cualidades y talentos de cada uno. Una escuela donde se enseñe a pensar críticamente, constructivamente. Una escuela con valores.
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La educación dentro de 100 años (Video)

jueves, 27 de septiembre de 2012

Vídeo que forma parte del Programa Discovery Science "2111 - Educación y Tecnología". Muestra la educación del futuro partiendo de la experiencia de Corea del Sur y de Finlandia. La tecnología es la base de todo el proceso.

Supongo que cuando hicieron el reportaje no habían leído la LOMCE...
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Educación en España: el síndrome de Frankenstein

lunes, 24 de septiembre de 2012
Una vez más el sistema educativo español va a sufrir una reforma, aunque no sé si debemos hablar de reforma o de contrarreforma. Pero como las reformas anteriores, desde 1992, no se pretende cambiar las estructuras de nuestra red educativa, sino que su objetivo es dar satisfacción a intereses ideológicos y partidistas.

La sucesión de reformas educativas (con sus siglas correspondientes: LOE, LOCE, LOGSE... y ahora LOMCE) han creado un sistema educativo a imagen y semejanza del monstruo de Frankenstein. Así nuestro sistema educativo está formado por pedazos de diferentes "cadáveres", enganchados por parches, tornillos y remaches. Pasamos de unos principios didácticos a otros sin darles tiempo a que se asienten entre la comunidad educativa y sin formar a los docentes para que los utilicen de forma eficaz.

La realidad es que el sistema educativo español no necesita de más reformas: necesita ser cambiado en su totalidad. ¡Ojalá me equivoque! Pero entre la escasez de recursos, la adaptación a las nuevas propuestas y metodologías, en 5 o 6 años los resultados educativos de nuestros alumnos estarán por los suelos.

Entonces, ¿por qué hacemos reformas y no nos decidimos por cambiar un sistema educativo obsoleto y que no es capaz de dar respuesta a las necesidades de nuestra sociedad? ¿Por qué nuestros gobernantes se empeñan en seguir construyendo un sistema educativo como si fuera una colcha de patchwork?

No pretendo hacer un análisis sistemático del anteproyecto de ley. Os dejo algunos enlaces de otros compañeros que han realizado de forma brillante esta tarea: @ftsaez http://lomceanalizada.tumblr.com/, o @xarxatic http://www.xarxatic.com/digiriendo-la-lomce/.

Esta contrareforma educativa supone un "TICjeretazo", posiblemente un paso atrás en lo que cada día más es un clamor entre los docentes y pedagogos: la introducción de las TIC en las aulas, en el sentido en el que me he expresado en otras entradas de este blog. Valores que se me antojan clave en la educación de la sociedad digital: compatir, cooperar, etc., no tienen cabida en esta nueva ley. 

Se potencian en la LOMCE las evaluaciones externas de carácter memorístico, para permitir la promoción de nuestros alumnos. Queda claro el tipo de educación que quiere recuperar esta ley... y me recuerda demasiado a la educación de los últimos años del franquismo. Como el otro día escribí en un tuit: espero que LOMCE no signifique Ley Obsoleta y Mala para Catetos Españoles.
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¿Por qué es difícil educar?

miércoles, 12 de septiembre de 2012
Vamos a establecer una premisa: Educar es difícil... Si no compartes esta opinión no hace falta que sigas leyendo.

En cambio, si compartes esta afirmación, a continuación enunciaré algunos de los aspectos que hacen de nuestra profesión uno de los más complejos trabajos que se pueden encontrar hoy en día. Identificar estos aspectos nos puede ayudar a que sea un poco menos complejo.

Educar es difícil cuando no es una prioridad social. Cuando no se entiende que la educación es el motor de la sociedad, como sí que sucede en otros países como Finlandia. Cuando nuestros gobernantes afirman que la supresión de miles de profesores, y de otros múltiples recursos, no afectará a la calidad de la enseñanza. Cuando un 25% de los menores de nuestro país están en situación de pobreza, cuando somos el país europeo con más ni-nis, cuando nuestros valores de éxito tienen como referente los realitys tipo Gran hermano.

Es difícil porque nuestro sistema educativo está sujeto a cambios políticos y no a criterios pedagógicos. Un sistema educativo muy rígido, incapaz de dar una respuesta rápida y eficaz a las necesidades sociales que se generan cada vez a mayor velocidad. Necesitamos un sistema educativo "líquido", capaz de dar respuesta a los cambios. Es esta una tarea complicada, pero posible.

También es complicado enseñar porque siempre hay un desfase generacional entre educadores y educandos. Siempre lo ha habido, pero en la sociedad digital en la que vivimos se ha acentuado notablemente. La única forma de compensar este desfase es formación, formación y más formación para los docentes. Estar siempre al día de las nuevas didácticas, tener conocimientos de las novedades tecnológicas con las que conviven nuestros alumnos, estar siempre en movimiento, no quedarse nunca parado. 

Educar es difícil porque afecta tanto al ámbito individual como al social. Porque tenemos que formar personas (individuos autónomos) que sean capaces de vivir en sociedad en armonía con los demás y, a su vez, tener espíritu crítico y emprendedor para mejorar el mundo en el que vivimos. En muchas ocasiones, esta situación conlleva conflictos entre las familias y la escuela. La coherencia entre ambas instituciones en los criterios didácticos y en los valores que se transmiten es vital para el aprendizaje de nuestros alumnos. Escuela y familia están condenados a entenderse... de lo contrario nunca se alcanzarán los mejores resultados educativos.

Además de todo lo dicho, educar se hace muy complicado cuando se entiende que la escuela es un lugar donde aparcar a los hijos mientras los padres trabajan; cuando algunas decisiones que afectan a la calidad de la enseñanza se toman teniendo en cuenta este aspecto y no criterios de calidad educativa.


Algunas veces educar es mucho más difícil de lo que debiera, cuando se confunde adoctrinamiento (ya sea religioso o político) con formación. (Me reservo desarrollar este punto en próximas entradas del blog.)

Educar será un poco menos difícil si somos capaces de aplicar una nueva didáctica, una nueva manera de aprender y enseñar. Pero esto solo tiene sentido si es la comunidad educativa en su totalidad la que demanda este cambio como resultado de haber detectado una necesidad y no por imposición.

Educar es tan difícil como apasionante... espero que algún día (no muy lejano) sea un poco más fácil.
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Dedicado a todos los profesores y profesoras de la educación pública

domingo, 9 de septiembre de 2012
Ahora que empieza el curso...

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¿Tecnología o Metodología en la Educación?

jueves, 6 de septiembre de 2012


Un video sencillo (en portugués, que se entiende perfectamente) pero que muestra uno de los "peligros" de una implantación irracional de las nuevas tecnologías en nuestras escuelas.
La formación del profesorado en metodología 2.0 va más allá de la implantación de herramientas tecnológicas en el aula, es una tecnología que se basa en la cooperación, en el trabajo competencial...
Todo lo contrario de lo que opina el ministro de educación que aboga por una educación más productiva y competitiva. Si aplica las políticas que proclama, seguramente se darán muchas situaciones como las del vídeo.
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Movilizarnos por la Educación de calidad para todos

martes, 28 de agosto de 2012
Estamos indignados, de eso no hay ninguna duda. Todos los recortes, habidos y por haber, que están acabando con los logros sociales que tanto tiempo, sangre, sudor y lágrimas han costado provocan la indignación de un gran número de ciudadanos. Pero estar indignados no es ninguna garantía para conseguir parar todo esto.

No estoy seguro de en qué momento los políticos dejaron de estar al servicio del pueblo y se convirtieron en una casta superior que está por encima de las normas y que solo mira por su propio interés y no por el de las personas que los eligieron como representantes, desvirtuando así la democracia. No sé a qué escuelas llevan nuestros políticos a sus hijos (aunque tengo la hipótesis de que no van a la escuela pública), pero recortar los recursos en educación es tan inteligente como fundamentar nuestra economía exclusivamente en el ladrillo y el pelotazo, y lo hicimos durante muchos años hasta la gran explosión de la burbuja.

No invertir en educación provocará una burbuja mayor que la inmobiliaria, que cuando estalle tendrá consecuencias catastróficas para las generaciones futuras.  

Seguramente, nuestra élite gobernante (oposición incluida) pretende hacer una clara distinción entre la educación de sus hijos (la futura élite que dirigirá el mundo) y la educación de nuestros hijos (que según ellos no necesitan de formación alguna... así son más manipulables). Pero tenemos que movilizarnos (movilización cívica) para defender una educación de calidad para todos.

Como nos explican Stéphane Hessel y Edgar Morin en El camino de esperanza: "Se trata de proporcionar a cada alumno los medios para que afronte los problemas fundamentales y globales que son los de cada individuo, de cada sociedad, de la humanidad entera." Para conseguir esto debemos entender la educación de un modo más interdisplinar (o mejor transdisciplinar), ahora la compartimentamos en distintas materias cuando la cooperación de distintos saberes dará mejores resultados que los seberes por sí solos.

Por supuesto esto implica un cambio radical en la formación inicial y continúa de los educadores. Es necesaria una formación que deconstruya todos los saberes aceptados en la actualidad para regenerar la educación en nuestras escuelas. Una formación que introduzca nuevos paradigmas que den una respuesta eficaz a las necesidades de la sociedad actual (ver posts anteriores).

También obtendriamos mejores resultados si cambiaramos la competición por la colaboración para aprender. Hoy en día el saber es colectivo, la inteligencia es colectiva gracias a Internet, por lo que el valor educativo más importante debe de ser compartir y no competir.

La implicación real de las familias en la escuela, teniendo una participación activa e interiorizando como propios los valores de los centros educativos, también supondrá una mejora notable en la educación de nuestros hijos.

Estamos a punto de empezar un nuevo curso, un curso difícil, en el que no solo debemos educar a nuestros alumnos, sino movilizarnos por no perder recursos, por no perder los avances conseguidos en los últimos veinte años. Un curso en el que nos jugamos el futuro.
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5 vías para cambiar la educación

jueves, 9 de agosto de 2012
Aunque algunos no sean capaces de verlo, la educación es el motor de la sociedad.

Igual que una locomotora mueve los vagones de un tren, la educación permite que la sociedad avance. Un buen sistema educativo, que alcance a toda lo sociedad no solo a una élite, permite avanzar con mayor velocidad y capacidad de innovación. Igual que una buena red ferroviaria posibilita una mejora en el transporte de personas y mercancías, un sistema educativo eficaz permite el intercambio de ideas y conocimientos, lo que permite una economía más competitiva y unos ciudadanos con espíritu crítico.

En esta época de enormes inversiones en la red ferroviaria española, con la expansión del AVE (a veces sin ningún sentido), se echa en falta el mismo trato para la educación. Si somos capaces de invertir grandes cantidades de dinero en estaciones y tramos de vía que van a dar movilidad a escasamente unas decenas de personas, ¿por qué no somos capaces de invertir en formación del profesorado, escuelas, recursos y tecnología?

Si somos capaces de crear una de las redes forroviarias más modernas del mundo, ¿por qué no somos capaces de crear un sistema educativo puntero a nivel mundial? Creo que los beneficios que obtendríamos superarían con creces a los que aporta el AVE.

Propongo 5 "vías" para cambiar (a mejor) la educación en España:

Vía 1: Despolitización del sistema educativo. Que los cambios de gobierno no traigan consigo cambios en las políticas educativas. La educación debe quedar al margen de intereses partidistas y regirse por criterios pedagógicos.

Vía 2: Formación, formación, formación. Cambiar todo el sistema de formación inicial del profesorado y apostar abiertamente por la formación continua como elemento necesario y obligatorio de la función docente. Formación de calidad en horario laboral.

Vía 3: Un diseño eficaz de los recursos. Reconociendo que estamos atravesando por una difícil situación económica, ahora más que nunca es fundamental que los recursos se apliquen bajo criterios de eficacia y no por intereses particulares.

Vía 4: Incorporación real de las TIC. No se trata exclusivamente de dotar a nuestras aulas de ordenadores y pizarras digitales, se trata de incorporar la nueva didáctica de la que he hablado en anteriores entradas de este blog: menos importancia de los contenidos, más trabajo colaborativo...

Vía 5: Implicación a todos los niveles. Administración, docentes, alumnos y familias... todos debemos dar el máximo de nuestras posibilidades. Es la única forma de mejorar la educación en este país.

¿Se te ocurre alguna vía más?
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Creatividad en educación: elogio de la pregunta

miércoles, 18 de julio de 2012
Dice Dolors Reig (@dreig) en Socionomía (Deusto, 2012):
La flexibilidad "consiste en la habilidad de pensar y encontrar soluciones y respuestas más allá de lo que la memoria dicta; y más que de reglas preestablecidas nos habla de intuición, de interpretación de patrones complejos, de capacidad de observación y facilidad para cambios rápidos" (página 175)
La flexibilidad y la creatividad son dos conceptos clave en los procesos educativos presentes y, casi con toda seguridad, futuros.
Internet, la web 2.0 en particular, nos proporciona un contexto donde el aprendizaje ya no necesita encontrar respuestas, contenidos, sino que consiste en plantear las preguntas adecuadas para manejar el "caos" de información que caracteriza nuestra sociedad. O lo que es lo mismo, los alumnos ya no están dispuestos a aprender pasivamente sino que quieren ser parte activa del proceso, ser creadores de contenidos.

En palabras de Marc Prensky en Enseñar a nativos digitales (SM, 2011):


"Los jóvenes (alumnos) necesitan centrarse en usar nuevas herramientas, encontrar información, dar sentido y crear. Los adultos (profesores) deben centrarse en preguntar, orientar y guiar, proporcionar contexto, garantizar el rigor y el sentido, y asegurar resultados de calidad." (página 22)

Es muy habitual acusar a nuestros alumnos de ignorantes o desmotivados, incluso los han bautizado con el nombre de generación ni-ni. No creo que los alumnos de hoy en día tengan déficit de atención, ni sean menos inteligentes que nosostros, lo que sucede es que pretendemos enseñarles con las mismas herramientas con las que aprendimos nosotros. Nuestros jóvenes están acostumbrados a una "realidad aumentada", a compartir, a opinar en su vida diaria y no conciben una educación que no utilice esos mismos mecanismos. 

En mi opinión, estas herramientas no son ni mejores ni peores, pero daban respuesta a una sociedad que ya no existe. Antes la sociedad y el mundo laboral necesitaban personas disciplinadas, pasivas, conformistas; la sociedad actual requiere personas emprendedoras, creativas, con gran capacidad de adaptación y una capacidad inmensa de aprendizaje durante toda la vida.

Preguntar es más complicado de lo que parece. Siempre me ha sorprendido la escasez de preguntas interesantes que somos capaces de formular en un coloquio tras una presentación (la mayoría de las intervenciones tienen más la pretensión del lucimiento personal que la de profundizar en lo que se ha explicado). La pregunta adecuada es generadora de conocimiento y la búsqueda de respuestas es uno de los aspectos más interesantes de la educación.

Aprender a formular "preguntas de contexto" debe ser uno de los objetivos principales de la educación escolar.
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