"El hombre es un producto social y la sociedad debe impedir que se pierda para ella." Miguel de Unamuno
Haced la prueba: preguntad en clase a vuestros alumnos quién sabe quién fue y qué hizo Albert Einstein o Marie Curie; luego, preguntadles quién es y a qué se dedica Belén Esteban. El resultado que obtengáis es la prueba de que la escuela no es la única causa ni la única solución para los problemas de nuestra sociedad.
La ciudad debería ser el gran espacio educativo. Francesco Tonucci plantea que si una ciudad puede ser pensada a la medida de los niños no solo será buena para ellos sino para todos. El objetivo es la recuperación del espacio público para dedicarlo al juego y a intercambios sociales, para que, de esta forma, sea un espacio de transmisión de valores.
Haced la prueba: preguntad en clase a vuestros alumnos quién sabe quién fue y qué hizo Albert Einstein o Marie Curie; luego, preguntadles quién es y a qué se dedica Belén Esteban. El resultado que obtengáis es la prueba de que la escuela no es la única causa ni la única solución para los problemas de nuestra sociedad.
Que la
escuela, como institución, y el sistema educativo, como garante de su
funcionamiento, necesitan un cambio profundo, un cambio estructural, resulta
evidente. Pero, aunque la escuela puede ser motor de cambio social, no es el
único, ni el más poderoso y eficaz. La educación, aunque es su hábitat natural, no es función exclusiva de la
escuela.
Hoy la ciudad es un espacio de confrontación, un lugar casi deshumanizado donde prevalecen los valores del mercantilismo y el consumismo por encima de los valores de la solidaridad y la colaboración.
La familia es el espacio más próximo a los niños. Pero en los últimos tiempos hay una enorme crisis de valores educativos en esta institución. Los niños se han convertido en pequeños dictadores intocables y déspotas.
Periódicamente se publican en prensa noticias referidas a agresiones de padres a profesores, por el simple hecho de haber castigado a su hijo o por "haberlo suspendido". Antes sucedía todo lo contrario, cuando los padres se enteraban de que un profesor había castigado a su hijo, ellos a su vez los castigaban también... pero de eso hace ya mucho tiempo.
Periódicamente se publican en prensa noticias referidas a agresiones de padres a profesores, por el simple hecho de haber castigado a su hijo o por "haberlo suspendido". Antes sucedía todo lo contrario, cuando los padres se enteraban de que un profesor había castigado a su hijo, ellos a su vez los castigaban también... pero de eso hace ya mucho tiempo.
Los políticos deberían ser ejemplo de ciudadanía y de servicio a la sociedad para nuestros jóvenes. Pero, aunque es cierto que no todos los políticos son corruptos, el valor que se transmite desde la política es el del pelotazo, la imagen del corrupto que roba dinero público y además no recibe castigo.
Los políticos que apoyan a los bancos pero no a las personas, que apoyan a los ricos para que ganen más a costa de que el pueblo viva peor, que incumplen sus programas electorales de forma manifiesta... esos políticos no ayudan a la educación de nuestros niños y jóvenes.
Los políticos que apoyan a los bancos pero no a las personas, que apoyan a los ricos para que ganen más a costa de que el pueblo viva peor, que incumplen sus programas electorales de forma manifiesta... esos políticos no ayudan a la educación de nuestros niños y jóvenes.
Los medios de comunicación, especialmente la televisión, al promocionar programas donde los valores como la fama sin esfuerzo, la falsa popularidad, la popularidad efímera transmiten valores totalmente contrarios a los que necesitan nuestros niños. Se escudan en que son los programas que la gente quiere ver, pero eso no es cierto. La televisión es un instrumento con gran potencial educativo... el problema de este país es que esto no sucede ni con las televisiones públicas.
En conclusión, lo fácil es hablar de "fracaso escolar", pero la escuela no puede con todo. El fracaso es de la sociedad en su conjunto y la solución, también.